Legendarios

GEORGE EYSER Y SU INCREÍBLE HAZAÑA AL GANAR 6 MEDALLAS OLÍMPICAS CON UNA PIERNA DE MADERA

Las primeras ediciones olímpicas nos han proporcionado historias míticas que quedarán en los anales. Sí, es verdad que posiblemente tenían muchas carencias y había muchos aspectos que mejorar, pero por otro lado nos ofrecen historias que serían impensables en ediciones presentes. Como por ejemplo, la del gimnasta George Eyser.

Había nacido en el lejano 1871 en lo que aún era Imperio Alemán. Hombre de su momento, participó en el llamado movimiento “Turnverein” creado por Friedich Ludwig Jahn. Se trataba de un movimiento centrado en la gimnasia para inculcar la disciplina y el esfuerzo en los jóvenes teutones a la par que se mejoraban sus capacidades físicas. Pero Eyser poco pudo disfrutar de ello, ya que su familia emigró a Estados Unidos cuando nuestro futuro campeón olímpico contaba 14 años. No olvida el deporte en su nueva patria -cuya nacionalidad adoptaría al cabo de un tiempo-, ya que se une al club Concordia Turnverein, creado por inmigrantes alemanes. Gracias a ello puede seguir practicando el deporte de la gimnasia. Paralelamente trabaja en una empresa de construcción pero, un aciago día (de cuya fecha exacta no se tiene constancia), George es atropellado por un tren al caer al andén accidentalmente y, a consecuencia de ello, se le amputa su pierna izquierda. A partir de entonces usaría una prótesis de madera, aunque bien es cierto que le permitía saltar y hasta correr.

¿Creen que esa lamentable circunstancia impediría a Eyser seguir practicando su deporte favorito? No solo no lo hizo, sino que llegó a competir, con 32 años, en todos unos Juegos Olímpicos. No en los Paralímpicos, que aún ni existían, sino en los Olímpicos. De ahí su enorme mérito. Y lo hace por todo lo alto: se hace ni más ni menos que con seis medallas, algunas de ella de oro, de las que hablaremos con más detalle a continuación. Los Juegos fueron los de San Luis (su ciudad de residencia y la que le acogió en América) celebrados en 1904. Esa participación le convirtió en el primer deportista con una discapacidad física en competir en unos Juegos Olímpicos. Para ello se dedicó a entrenar centrado en las acrobacias.

El equipo Concordia que participó en los Juegos de San Luis. Eyser, en el centro con pantalón largo. Foto del Missouri History Museum

Hay que decir que esas primeras ediciones olímpicas no tenían nada que ver con las actuales, entre otros múltiples aspectos, en su calendario. Así, tenemos a un George Eyser que participó a principios de julio en las pruebas de concurso completo, triatlón y competición por equipos (por aquel entonces no se participaba por países sino por equipos; en su caso, por el Concordia). La actuación de Eyser dejó bastante que desear. Fue noveno en el concurso completo, que incluía tres rutinas en las paralelas y en la barra fija, dos en el caballo con arcos y una en salto. Acabó en un decepcionante 71º puesto en otro concurso, con menos rutinas. En el triatlón (lanzamiento de peso, carrera de 100m y salto de longitud) terminó último. Pero todo cambiaría radicalmente para la segunda parte de la competición, que habría de tener lugar meses más tarde, a finales de octubre. Esta parte consistía en la competición por aparatos y el evento combinado. Aquí George Eyser daría el todo por el todo, hasta el punto de conquistar seis medallas en un único día, de ellas tres oros (en barras paralelas, salto y subida a una cuerda a pulso) En estos Juegos Eyser mantuvo un duelo con otro gimnasta estadounidense, Anton Heda, incluso llegando a compartir un oro. Al final Heda lograría cinco medallas, botín nada despreciable, pero Eyser le superaría con una más.

Una vez concluidos los Juegos Eyser siguió compitiendo y logrando éxitos, pero no sabemos más de él hasta su muerte, acaecida en 1919 a los 47 años. Fin de una vida épica, curiosa e impensable hoy en día.

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