Heroínas olímpicas

ALEX DANSON: LA CAMPEONA OLÍMPICA DE HOCKEY QUE QUIERE VOLVER A SERLO EN TOKIO TRAS UN GOLPE QUE DAÑÓ SU CABEZA

En 2016 ganó el oro olímpico. En 2017 se la nombra capitana de la selección británica de hockey (ese mismo año, por cierto, lanzaba una academia para introducir su deporte en las escuelas y crear una base de futuros practicantes y, quién sabe, campeones). En 2018 tiene un accidente que la deja ko (ya veremos hasta qué punto). A finales de 2019, tras 18 meses ausente del deporte, anuncia que volverá a la selección. En 2020 aspira a volver a estar en Tokio 2020 y, espera, renovar el oro olímpico. Esa es es la trayectoria-calvario de Alex Danson, la jugadora británica de hockey en cuyo proceso de recuperación nos centraremos.

Danson se encontraba en agosto de 2018 de vacaciones junto a prometido cuando -irónicamente- un ataque de risa ante la broma de su novio le hizo echar la cabeza hacia atrás y, con ello, golpearla contra una pared de cemento. El trauma que le causó no pareció al inicio tan grave. Siguió con su vida “normal”, pero esa noche se despertó cada hora, sintiéndose mal. Alex se negaba a pensar que algo iba mal, incluso salió a correr al día siguiente. Pero cada vez se iba sintiendo peor, hasta llegar de vuelta a su país con un terrible dolor de cabeza que afectaba a su sensibilidad hacia la luz, el ruido, etc. Lo que no sospechaba aún era la gravedad de su golpe. Pero Alex tardó demasiado tiempo en ir al médico. Seis meses después de la vuelta de las vacaciones se reunió un día en un stage con sus compañeras de equipo. De repente, perdió la habilidad de hablar. Se asustó y volvió a casa, para por fin pisar un hospital tras la señal de alarma. La jugadora tuvo que pasar a partir de entonces un calvario médico. El golpe en la cabeza había afectado a todos sus sentidos: no soportaba la luz, el sonido, ni siquiera el tacto, no podía concentrarse, ni recordar, leer, etc. Nadie podía tocarla y pasaba las 24 horas del día en cama, en su cuarto totalmente oscuro, sin apenas fuerzas para ir andando hasta el cuarto de baño. La campeona olímpica afirma que la larga rehabilitación tras salir del hospital fue peor que la propia estancia en el mismo. Todo se hacía cuesta arriba para Danson; ni siquiera soportaba los abrazos de su novio, pues todos sus sentidos estaban afectados.

Pero como deportista de élite que es ha luchado duro durante el periodo de año y medio que ha durado su recuperación. Primero tuvo que aprender a hablar, usando al principio palabras sencillas. Durante diez de esos meses no pudo realizar ejercicios físicos. Superar los fuertes dolores de cabeza era algo más primordial en su vida. Alex no podía soportar las luces, el sonido…Pero una actitud positiva la ha ayudado a irse recuperando poco a poco. La competitividad, innata en su naturaleza de deportista de alta competición, la ha impulsado en avanzar hasta poder anunciar, a finales de 2019, que volvía a su equipo y, no solo eso, que su máxima aspiración (a los 34 años de edad) era volver a representar a su país en unos Juegos Olímpicos: los de Tokio 2020. Hasta el momento es la jugadora británica con más internacionalidades, pese a no haber disputado por primera vez en su vida ningún partido durante todo un año -2019- : “No soy la que soy, pero estos largos meses me han dado una riqueza de experiencias que antes no tenía. Cualquier momento de vida que tengamos, sea como jugadora o no de hockey, es un regalo”, declaró la campeona de Río. No está aún al 100%, pero sus carencias físicas o sensoriales (ella y sus compañeras tuvieron que “aprender” un nuevo lenguaje simplificado de palabras para usar durante los partidos) no son mayores que su fuerza por superarlas y su espíritu competitivo.

Por si fuera poco lo que ha tenido que pasar Alex Danson estos meses, justo al año de tener su accidente su hermana Claire sufrió a su vez otro mientras entrenaba (es triatleta), al ser atropellada por un tractor en la carretera, quedando paralizada. Se llegó incluso a temer por su vida, vida que salvó únicamente por el acertado trato dado por un amigo al verla accidentada sobre la carretera al avisar sobre la necesidad de una ambulancia aérea en lugar de una convencional tras darse cuenta de la gravedad de su estado. Si Claire ayudó psicológicamente a Alex durante su convalecencia, ahora es la campeona olímpica la que devuelve los cuidados a su hermana, ya para siempre en silla de ruedas. Siendo deportista como Alex, seguramente una fuerza interior extra le ayudará en su recuperación.

Si llegará Alex Danson o no a la cita olímpica de Tokio se sabrá en breve, pero indudablemente el estímulo de acudir a unos nuevos Juegos Olímpicos será el mayor empuje en su recuperación. Logre o no estar en ellos es casi lo de menos; Alex Danson, volviendo a la práctica activa del deporte, ha conseguido superarse a sí misma.

 

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