Momentos Olímpicos Mágicos

MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 27: BETTINA HOY, DESPOJADA DE DOS OROS EN ATENAS 2004 POR UN ERROR DE NOVATO

La prueba hípica olímpica de concurso completo es una de las más desconocidas para los no iniciados. Consiste en tres pruebas: carrera campo a través, doma clásica y una final de saltos. Lo que ocurrió en la tercera y última fase de la final de Atenas 2004 resultó convertirse en una polémica que duró meses e involucró a varios países, todos interesados en conseguir las ansiadas medallas olímpicas.

La alemana Bettina Hoy (por cierto, casada por aquel entonces con el triple campeón olímpico australiano Andrew Hoy y con el que se tuvo que enfrentar por la misma medalla olímpica compitiendo cada uno por sus respectivos países) iba en segundo lugar de la clasificación cuando empezó la última prueba. El líder, el francés Nicolas Touzaint, cometería derribos y penalizaciones por tiempo en la prueba final, así que el mayor rival de Bettina Hoy sería ella misma, como bien se demostró al final.

El mecanismo de la competición de saltos es el siguiente: suena una campana, tras la cual el jinete o amazona –recordemos que este deporte es el único en el que participan en la misma prueba hombres y mujeres individualmente- tiene 45 segundos para empezar su recorrido. Bettina Hoy cometió un error fatal, reconocido por ella misma con posterioridad, pero del que no se dio en absoluto cuenta. La amazona alemana cruzó la línea de salida y su cronómetro empezó a contar su recorrido. Según afirmó posteriormente, no lo vio correr ni estaba segura de que la campana había sonado, así que dio una vuelta más en círculo con su caballo antes de decidirse a empezar el recorrido. Es decir: pasó dos veces por la línea de salida –creyendo que la primera vez no contaba-, añadiendo un tiempo extra a su excelente recorrido.

Bettina Hoy, que había hecho un excelente recorrido si no hubiese sido por el fallo, suficiente como para ganar el oro y contribuir al oro por equipos para Alemania, se iba a quedar sin medallas. Tras la decisión de contar su tiempo desde su primer paso por la línea de salida empezaron los sinsabores para la germana. Tantos, que nombrar ahora Atenas 2004 suponen un suplicio para ella, llegando incluso a tomar la decisión de retirarse prematuramente, tal fue su disgusto. Pero Alemania apeló. Su baza se basaba en que el maldito y polémico cronómetro no había iniciado su recuento y así lo había visto Hoy. La FEI (la Federación Internacional de esta especialidad, encargada como todas las demás, de hacer cumplir las normas de sus respectivos deportes durante las competiciones olímpicas) decidió restituir las medallas a los alemanes. Dos medallas de oro para Bettina, la felicidad completa. Pero iba a durarle poco, ya que minutos después de la ceremonia de entrega de medallas Francia apeló por el fallo cometido por Bettina, reclamando que se le tuviera en cuenta el tiempo desde que cruzó por primera vez la línea de salida. La apelación surtió efecto y se calculó que habría que añadirle 14 puntos de penalización a la germana. Suficiente como para despojarla de dos medallas al bajar varios puestos.

Foto de REUTERS

Bettina y sus compañeros ya estaban celebrando las medallas, si cabe con más entusiasmo tras el susto de la pérdida momentánea de las mismas, cuando hubo una nueva apelación. Habían pasado tres días. Los equipos de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, los más beneficiados de cara al podio en caso de una disposición contraria hacia Alemania, apelaron ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS) aludiendo que la FEI se excedía en su jurisdicción tras la apelación alemana. Se volvió a la situación tras la primera apelación, lo cual colocaba a Hoy en la novena plaza y al equipo alemán en la cuarta (medalla de chocolate) en la clasificación por equipos. Esta definitiva resolución, pasados varios días tras la prueba, sería devastadora para Bettina Hoy.

La Federación Alemana de Hípica concedió a Bettina una copia de las medallas, las dos que perdió en los tribunales. Las guarda en una caja. Nunca ha podido perdonar a la delegación estadounidense, que se hizo con los servicios de destacados abogados de prestigio para su apelación. Mientras los componentes y oficiales de los equipos francés y británico (ella ha vivido en las instalaciones ecuestres de Gatcome Park, pertenecientes a la princesa Ana de Inglaterra) sí que le mandaron amables cartas lamentando los hechos, los norteamericanos no se dirigieron a ella. Bettina Hoy se queja de que nunca hubo mala fe por su parte ni que obtenía ningún beneficio por el error cometido, antes al contrario, le provocó una suma de segundos que se convertiría en definitiva en su contra. Toda una vida luchando por unas medallas de las que ahora solo tiene copias falsas. Un error fatal, casi de novato (que nos recuerda al de Sven Kramer y su entrenador en Vancouver 2010) que han lastrado el resto de la carrera de la amazona alemana.

Si creen que la situación no podía embrollarse más están equivocados. Meses más tarde se encontró que Ringwood Cockatoo, el caballo de Hoy con el que participó en Atenas, había dado positivo por dopaje por un producto contenido en una crema que se aplicó sobre su costado para el tratamiento de una hinchazón. Esta vez la apelación realizada por el equipo germano resultó válida, pues alegaron que se aplicó bajo la supervisión y el permiso de una persona que el equipo tomó por un veterinario de la FEI, y que resultó no serlo. Tras ello Bettina Hoy no fue descalificada pero su puesto no le permitiría acceder a las medallas. Con cierto pesar e incluso resentimiento ha llegado a afirmar: “Todos me dicen que realicé la mejor actuación durante los tres días de competición…pero no tengo las medallas para probarlo”.

Foto de Mike Finn-Kelcey(Reuters
Foto de Mike Finn-Kelcey(Reuters

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