Momentos Olímpicos Mágicos

MOMENTOS OLÍMPICOS MÁGICOS 24: SEMIFINAL FEMENINA DE BALONMANO PEKÍN 2008: EL DESTINO DE LA FINAL EN UN SEGUNDO

Emoción a raudales en un partido de la máxima importancia. Eso es lo que piden los aficionados –aunque a los seguidores afectados les cueste poco menos que un síncope- , más en el torneo más trascendental: el olímpico. Y eso es lo que tuvieron de sobra en la semifinal femenina de balonmano en la cita olímpica de Pekín 2008.

Se enfrentaban las dos potencias del balonmano mundial en su categoría de mujeres: las campeonas de Europa, Noruega y las de Asia, Corea del Sur. En su haber, los mayores títulos posibles conseguidos por sendos equipos en los años precedentes, cada uno en su continente. Dos selecciones que bien podrían haberse disputado la final. Una de ellas, sin embargo, alcanzaría, como mucho, la medalla de bronce. Pero ¿quién se batiría por el oro?

Las asiáticas dominaron el marcador tras la primera parte, aunque fuera con una pírrica ventaja de un solo gol. Pero las nórdicas se pusieron las pilas en el segundo tiempo y empezaron no solo a superar a sus rivales, sino a cogerlas una ventaja que se presumía considerable, alcanzando un parcial suficientemente tranquilizador de 21-18 para Noruega. Al poco aumentó su ventaja a cuatro goles. Las europeas parecían tener encarrilado su pase a la final, gracias a los goles, principalmente, de Ragnhild Aamodt y Kari Mette Johansen, mediada la segunda parte.

Corea no se vino abajo, no obstante, taladrando a su vez la portería escandinava. Eso les servía para no alejarse en el marcador, pero no para acortar la distancia, puesto que por cada gol marcado por parte de las asiáticas le seguía un gol del equipo entrenado por Marit Breivik.

Foto de Philippe Huguen/AFP via Getty Images

Sin embargo, esa avalancha noruega no podía durar los minutos suficientes como para dominar tan claramente el marcador hasta el final. Las coreanas poco a poco fueron acortando la distancia hasta colocarse a un solo gol: 28-27, gracias al tanto marcado por Huh Soon-young a falta de escasos 30 segundos para la finalización del encuentro. Es el momento en que Noruega pide tiempo muerto. Tiene ventaja, sí, pero solo de un gol, a falta en ese momento de 25 segundos. Tenía también el ataque, pero Aamodt, que tan valiosos tantos había marcado durante el encuentro, falla esta vez su tiro a falta de 18 segundos. Acto seguido Corea marca el tanto del empate cuando faltaban únicamente siete segundos. Parecía que la tranquilidad dominaba en las asiáticas.

Tras el tanto que las acercaba a un gol es el turno de ataque de Noruega. La responsabilidad recae en la capitana, Gro Hammerseng, y no falla. Marca pero ¿dentro o fuera del tiempo? En principio le conceden a Noruega su 29º gol, pero, como era de esperar, el cuerpo técnico de Corea reclama, afirmando que entró fuera de tiempo. Se produce un periodo de revisionado de vídeos por parte de los jueces; un proceso de toma de decisión fundamental que se les hizo eternísimo a ambos equipos. El cuerpo arbitral se reafirma en su postura, dando por válido el marcador de 29-28 a favor de Noruega. La televisión mostraría que el gol entraría en la red cumplido el tiempo, pero que la pelota abandonó el brazo de Hammerseng a falta de un segundo. Un segundo que fue suficiente para que Noruega pasara a disputar la final olímpica, que posteriormente ganaría a placer (34-27) frente a Rusia.

Corea del Sur llegó a reclamar hasta en dos ocasiones ante la Federación Internacional de Balonmano y la Comisión Disciplinaria, ambas sin éxito. Al menos conseguiría medalla, aunque fuera de bronce. Estuvo a un segundo de poder disputar el oro. Lo bello y cruel del deporte, una vez más.noreuga-balonmnao-fem-pekin

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