Heroínas olímpicas

TRACIE LEHUANANI RUIZ-CONFORTO: LA OLVIDADA QUE HIZO HISTORIA EN LA NATACIÓN SINCRONIZADA

La hawaiana que protagoniza este artículo es historia del deporte y del olimpismo pero apenas es conocida. En la actualidad, si acaso, se la menciona como la “madre de” un jugador de béisbol de los New York Mets, Michael Conforto. Pero Tracie puede decir con la cabeza bien alta que fue la primera campeona olímpica en la historia de la natación sincronizada.

Ahora nos parece impensable que un país que no sea Rusia domine el podio de este deporte, pero en sus primeras ediciones olímpicas la dominadora era Norteamérica, tanto con Estados Unidos como con Canadá, países en los que apareció este deporte. Hasta Los Ángeles 84 no se incluyó este artístico deporte en el calendario olímpico. Allí ganó una atleta local: Tracie Lehuanani, que contaba entonces 21 años. Por entonces se celebraba el concurso de solo y de dúos venciendo Tracie en ambos. La plata individual la alcanzó la canadiense Carolyn Waldo, que años más tarde se convertiría en su máxima rival.

Foto de Getty Images

La dureza del deporte, la presión, la cantidad de horas de entrenamiento requeridas y el deseo de empezar con una vida normal hicieron que Lehuanani se retirara poco después de su exitoso debut olímpico, aunque le diera tiempo para ganar desde 1981 hasta 1986 todas las competiciones individuales del campeonato de su país. Pero Tracie dio un giro a su vida: se casó con Mike Ruiz-Conforto, antiguo jugador de fútbol americano al que había conocido poco antes de los Juegos de Los Ángeles. Tracie se estaba entrenando para los mismos y le conoció en un gimnasio, propiedad de su futuro marido. Fue Mike el que la convenció años más tarde para que regresara a la natación sincronizada y peleara en Seúl 88 por renovar su título de campeona olímpica. Tracie estaba quemada con la sincro pero no había abandonado el deporte. Talló un nuevo cuerpo musculoso en el gimnasio, con casi siete kilos más que cuando era nadadora, y llegó a ganar pruebas de culturismo.

Para volver a ser la mejor en la natación sincronizada la estadounidense tenía un largo camino por delante: para empezar, rebajar esos kilos de más y hacer lo propio con su excesiva masa muscular, inapropiada para el agua –para esto requirió diez semanas de estricta dieta-. También tenía que ponerse al día con la gran evolución que había desarrollado su deporte, muy transformado –más exigente en lo físico, por poner un ejemplo- desde que lo abandonara la primera campeona olímpica. Asimismo se imponía tener que alcanzar a la ya mencionada canadiense Waldo, que durante la ausencia de Tracie había mejorado muy mucho. Lehuanani se dedicó a ver durante cientos de horas los vídeos de las actuaciones de la canadiense ya que, en su opinión, para poder vencerla debía de realizar sus figuras al menos diez veces mejor. Figuras que Tracie entrenaba a su vuelta tras su retiro durante cinco horas al día seis días a la semana. Sólo en cuanto a figuras se refiere.

Es un deporte tan duro que al principio, tras su regreso a los entrenamientos serios, la nadadora no se veía capaz de volver a su alto nivel anterior, cuando dominaba la sincro mundial. Un año antes de Seúl esta admiradora de otro deportista-artista que compite con el agua, pero en su caso sobre el hielo (el patinador Brian Boitano), se puso manos a la obra. Justo es un año el que se requiere para llegar a dominar un ejercicio por completo. En los meses anteriores a Seúl Waldo y Lehuanani Ruiz-Conforto (como se hacía llamar entonces, o simplemente Ruiz) se vieron las caras en múltiples competiciones. En todas ganó la canadiense, seguida siempre de cerca por la hawaiana, hasta que ésta por fin la superó en el preolímpico de Seúl. Por fin, en la cita olímpica, la lógica se impuso y ganó Waldo, consiguiendo Tracie Ruiz un honroso segundo puesto. Esa tercera medalla la convirtió en la mejor nadadora de sincro de la historia, hasta ese momento. Sin embargo, ha sido olvidada, en un mundo que fue dominado más tarde por las rusas o las figuras individuales como la francesa Virginie Dedieu o la española Gemma Mengual.

Foto de Tony Duffy/Getty Images
Foto de Tony Duffy/Getty Images

2 Comentarios

  • Jorge Luis Ruz Guerra.

    Both, Carolyn and Tracie, were beautiful swimmers…but Tracie was, for me, the first, the one, the unique champion !! All of her was natural, clean in the water and super…the second big star was Sylvie Frechette, oh my God, another mermaid, pure technique and elegance.
    For everyone my respect and love.
    Today, Rusia is the new Star…but first was Saturday than Sunday !! Don’t forget it.

    • rinconolimpico

      Thanks for your comment. You also bring me ideas to future articles, like one dedicated to Sylvie Franchette. You will find soon here two about the two present Spanish stars: Gemma Mengual and Ona Carbonell, whom I could recently interview. Surely before Rio I will publish those interviews.

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