Legendarios

NO SOLO TARZÁN FUE UN OLÍMPICO CONVERTIDO EN ACTOR

La gloria y la fama que el deporte proporcionan –y mucho más cuando se llegan a disputar unos Juegos Olímpicos, por no hablar de si se consigue medalla- pueden derivar en una carrera artística una vez el deportista en cuestión ha cumplido con su ciclo deportivo. No es extraño ver casos de deportistas, más o menos consagrados, que han continuado su carrera en el mundo de la interpretación.

El caso más paradigmático fue el del nadador estadounidense (de origen austriaco y nacido en Rumanía) Johnny Weismüller, al que se suele poner de ejemplo de paso exitoso de la gloria olímpica al cine internacional. El que se convirtiera en el Tarzán más carismático en seis películas de la serie había ganado previamente ni más ni menos que cinco medallas olímpicas en los Juegos de París 24 y Ámsterdam 28, incluyendo varios oros. Eso en natación, porque el polivalente Weismüller también ganó un bronce formando parte del equipo de waterpolo. Ello, unido a sus 67 récords mundiales le hacen un deportista olímpico de primera. Pero sin duda es conocido por encarnar a Tarzán, habiendo rodado un buen puñado de películas aparte de las del héroe de la jungla.Johnny-weissmuller

Los héroes de acción parecen nutrirse de deportistas de primera. ¿Quién podría esperarse que el gordo Bud Spencer llegara a participar en hasta tres JJ.OO. (los de Helsinki 52, Melbourne 56 y Roma 60) también en natación y waterpolo?. El italiano Carlo Pedersoli, que así se llama en realidad el actor, se pasaría al mundo del cine una vez retirado del deporte empezando en el film “Quo Vadis”, que se rodó en los romanos estudios de Cinecittà.

Seguimos con los tipos duros: el británico Jason Statham se dedicó durante doce años a los saltos de trampolín. No destacó en demasía, pero participó en Barcelona 92 quedando en un 18º puesto. Eso hasta que el director Guy Ritchie lo reclutara para la película “Lock and Stock”, primera de toda una serie de films de acción, especialidad del inglés.

Otra baza segura en el cine de acción: el sueco Dolph Lundgren. Con su 1,96 de estatura y 107 kilos de peso bien musculados no es de extrañar que se dedicara a los deportes, aunque llegó a estudiar ingeniería química paralelamente. Lundgren se centró en el kárate estilo Kuokushinkai y en el full contact. Aparte de participar en numerosos torneos de artes marciales estuvo en los Juegos de Atlanta 96 pero en una modalidad muy diferente: coordinó al equipo de pentatlón moderno estadounidense, trabajando también para el Comité Olímpico de Estados Unidos durante esos Juegos. Sólo más tarde se especializaría en ser villano de películas de acción: desde un James Bond hasta oponente de Rocky.

El atleta Bruce Jenner fue oro en el decatlón de Montreal 76 y ahora se dedica al mundo del cine y la televisión.

Menos conocido es Bob Anderson, campeón de esgrima que participó en los Juegos de Helsinki 52. Su pericia con la espada le hizo ser ayudante de Errol Flynn en sus escenas de espadachines, participando en otras películas de acción…hasta acabar haciendo de Darth Vader en varias películas de la famosa serie de ciencia-ficción. Sí: el famoso duelo con Luke Skywalker lo tuvo él. También ha participado en la trilogía de  “El señor de los anillos”.

La famosa actriz de los 40 y 50 Esther Williams, especializada casi en exclusiva en las películas con coreografías acuáticas, tuvo mala suerte, pues habría participado en natación sincronizada en los Juegos que se iban a realizar en un principio en Helsinki en 1940 que fueron finalmente interrumpidos por la II Guerra Mundial. Ella ha sido, sin embargo, la inspiración de muchas posteriores nadadoras de sincro. Como puede bien ser la canadiense Estella Warren, que participó en Atlanta 96 en este estético deporte y como actriz ha destacado en “El planeta de los simios”, entre otras muchas películas y series.

Finalmente citar solo un ejemplo de lo contrario: de actores que se convierten en olímpicos…o al menos lo intentan. La ganadora de un Oscar Geena Davis, casi en el ocaso de su exitosa carrera, decidió un cambio radical; intentó por todos los medios representar a su país en tiro con arco en Sidney 2000 pero finalmente su nivel no superó los trials nacionales de selección previos a los Juegos.

Foto de Funny or Die

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