Camino a Tokio,  Concienciados olímpicos

THOMAS VAN DER PLAETSEN: OLÍMPICO TRAS SUPERAR UN CÁNCER

Thomas van der Plaetsen destacó en el atletismo -en concreto, en la prueba de decatlón- desde bien joven, pero su exitosa carrera encarrilada a conseguir resultados importantes en su faceta senior se vio truncada de golpe por una impactante noticia para él que se transformó en algo aún peor: un positivo por dopaje, del que él dudó desde el principio, resultó ser en realidad un cáncer testicular. Esta es su historia de superación, hasta conseguir vencerlo, ganar títulos y debutar en unos Juegos Olímpicos.

Nacido en una numerosa familia (siete hermanos) aficionada al deporte, Thomas empezó a dedicarse al decatlón con doce años animado por un amigo. Lo hizo en las pistas de su localidad natal, al norte de Bélgica. Los títulos estaba claro que iban a conseguirse, vistas sus capacidades. El primero fue el Europeo junior de 2009, seguido del Europeo sub 23 y del título logrado en 2013 en la Universiada de Kazán, Rusia. Al año siguiente ya se codeaba con los “mayores” incluso en el podio, pues subió al tercer cajón en el Mundial indoor celebrado en Sopot, Polonia (al ser indoor se trató de heptatlón en lugar de decatlón). Ya estábamos en 2014, año clave para este atleta belga.

La fatídica fecha del 24 de septiembre de 2014 recibe una carta oficial anunciándole que ha dado positivo en un control antidopaje y que será sancionado. Van der Plaetsen no da crédito. De inmediato se le trata en las portadas de la Prensa de “tramposo”, pero él reclama su inocencia. Tanto es así, que al mismo día siguiente acude a hacerse pruebas en el hospital para averiguar por qué tiene altos niveles de la hormona HCG. Los resultados de las pruebas tuvieron su parte buena y su parte malísima: le restituían la inocencia y confirmaban que no se dopó, pero a costa de revelarle que los altos niveles estaban causados por un cáncer testicular. Su padre había fallecido tres años antes de cáncer de páncreas.

Thomas fue operado de urgencia para quitarle el tumor y se sometió a quimioterapia. Incluso en plena fase de ésta y hospitalizado no dejó de realizar ejercicios, más que nada para mantener alta la moral. Para noviembre de 2014 ya había acabado su tratamiento e inmediatamente después empezó a entrenar de lleno. El tesón y la ilusión fueron premiados repitiendo oro en la Universiada (esta vez la celebrada en Gwangju, Corea del Sur) tan solo siete meses después de acabar su tratamiento de quimioterapia. Ese resultado no fue flor de un día, puesto que al año siguiente, en 2016 ya, se proclamó campeón de Europa en Ámsterdam.

Thomas estaba a un paso en cumplir otro de sus sueños: ser olímpico. Lo hizo en los Juegos de Río, logrando además allí su mejor marca personal y un más que honroso octavo puesto. Ahora persigue otro sueño más: ir a los Juegos de Tokio y mejorar su prestación. Una lesión de rodilla le impidió acudir a la prueba disputada en Isla Reunión en diciembre de 2020 para obtener la clasificación, pero ésta aún puede conseguirse. Para ello sigue arropado por su familia. Su hermano mayor le entrena y su hermana Helena ejerce de su mánager, sin ir más lejos. Y mientras persigue su sueño olímpico y sirve de inspiración para muchos cumple además las ilusiones de otros que están pasando por el mismo calvario que pasó él, creando la fundación “Back on Track”, dedicada a recaudar dinero para programas de rehabilitación para afectados de cáncer. Todo un ejemplo de un campeón, porque Thomas van der Plaetsen ha ganado ya el oro más preciado superando el cáncer.

Foto de AFP/Fabrice Coffrini/AFP/Getty Images

Un comentario

  • Virginia

    Le atendieron a tiempo gracias a las pruebas de dopaje, pero tuvo que sufrir que le tachasen de tramposo cuando no lo era, Hay que esperar un poco antes de crucificar a un deportista porque es muy difícil después limpiar tu nombre porque muchos opinan y son implacables.

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