Camino a Pyeongchang,  Legendarios

AKSEL LUND SVINDAL: AMOR POR LA VELOCIDAD SOBRE ESQUÍES

Los Juegos de Lillehammer supusieron un antes y un después para una potencia en deportes de invierno como es Noruega. Más bien centrada en el esquí de fondo, desde sus Juegos en casa una pléyade de esquiadores alpinos locales dominó tanto esa cita olímpica como los Mundiales y Copas del Mundo de los años precedentes y sucesivos, con las figuras de Kjetil André Aamodt y Lasse Kjus a la cabeza. Los éxitos del esquí alpino noruego no se quedaron en esa espléndida generación casi programada para brillar en Lillehammer. Sentaron las bases de tal manera que el país nórdico ha seguido aportando brillantes esquiadores que siguen triunfando en las pistas de esquí. A uno de ellos, con serias aspiraciones en Pyeongchang 2018, dedicamos este artículo: Aksel Lund Svindal.

Svindal no es precisamente un jovencito que debute en la cita olímpica surcoreana. En Pyeongchang estará –se espera que esté- con 35 años recién cumplidos y, por tanto, con una experiencia a sus espaldas nada descartable. Cuenta ya con tres medallas olímpicas, todas conseguidas en Vancouver 2010: oro en Super Gigante, plata en descenso y bronce en Gigante. Es, pues, un especialista de la velocidad. Esas medallas no fueron flor de un día –o de tres-, sino la lógica consecución de un esquiador que fue el primero en la Historia en conseguir títulos en cuatro ediciones seguidas de los Mundiales. Junto a sus dos Copas del Mundo globales ganadas, representan sus mejores logros. Lleva, además, el honor de haber conseguido la medalla número cien para su país en unos Juegos de Invierno. Lo logró el 15 de febrero de 2010 cuando se hizo con la plata en el descenso de Vancouver.

No todo han sido alegrías y victorias para el noruego, pues ha sufrido a lo largo de su carrera tres graves lesiones que le han tenido apartado durante temporadas enteras, incluso. La primera tuvo lugar en noviembre de 2007, mientras entrenaba un descenso en Beaver Creek. Su salto mortal sobre una valla de protección le supuso la rotura de varios huesos de la cara y una profunda laceración en la ingle y zona abdominal. Tardó un año en volver a competir. Su segunda lesión importante tuvo lugar en octubre de 2014, cuando se lesionó en el tendón de Aquiles. Otro año de baja. Después del largo periodo lesionado volvió con más fuerza que nunca la temporada de 2016, logrando siete victorias en la Copa del Mundo, pero al final de la temporada se volvió a lesionar, esta vez sufriendo lesiones en el temido ligamento cruzado y en el menisco.

Svindal ha vuelto a la competición esta temporada inmediatamente anterior a los Juegos de Pyeongchang, donde será un duro rival para el resto de competidores. Pese a su edad y a los largos periodos lesionado, Svindal declara sentirse ilusionado por seguir esquiando y espera continuar haciéndolo durante varios años más. No es tan extraño, pues Aksel Lund esquía desde los tres años, cuando recibió como regalo de cumpleaños sus primeros esquíes. Sus padres eran ya esquiadores, pero Aksel Lund sufrió muy tempranamente la pérdida de su madre, acaecida cuando el pequeño tenía ocho años debido a complicaciones en un parto. Poco después, su hermanito recién nacido también falleció.

Svindal comenzó a destacar en el mundo del esquí muy joven. En 2006, año olímpico, ganó su primer título global de la Copa del Mundo. Sin embargo, aunque participó en los Juegos de Turín de ese año, no obtuvo ninguna medalla. Algo parecido le ocurrió en otro año olímpico: el de 2014. Ese año ganó la Copa del Mundo de las especialidades más veloces (descenso y Super-G), pero en los Juegos de Sochi, donde tuvo el honor de ser el abanderado en la ceremonia de inauguración, sufrió una alergia -según él a “polvo de cemento que había en el aire”- que le impidió participar en varias de las carreras que tenía programadas, así como acabar fuera del podio en las que tomó la salida, consiguiendo como mejor puesto un siempre decepcionante cuarto lugar en la de descenso.

Aparte de su excelencia particularmente en las especialidades de descenso y Super-G, el gran mérito de este esquiador escandinavo está en su regularidad, pese a las lesiones, puesto que desde hace más de una década –desde 2006- no se ha bajado del Top 4 del ranking de la Copa del Mundo. Por eso es de temer como contrincante cada vez que participa en una prueba.

Pero, además de sus cualidades y resultados, Svindal destaca por su carisma, que le ha hecho muy popular en sus redes sociales, especialmente en su cuenta de Instagram. Incluso pasando en blanco por lesión temporadas enteras, el noruego no deja de tener unos ingresos que se estiman en más de un millón de euros por año por parte de sus patrocinadores. Lo que es indudable es que es un tipo curioso e imaginativo. Por ejemplo, practica el arriesgado freeski. Incluso ha protagonizado varios rodajes practicando este deporte, destacando la película “Streif- One Hell of a Ride”. También le gusta asumir otros riesgos aparentemente bien diferentes: los bursátiles, donde realiza gestiones. Otra forma peculiar de ganar dinero se le ocurrió gracias a una de las múltiples medallas de oro que ha obtenido. Derritió una de ellas, colocando minúsculos fragmentos del oro en las tarjetas SIM de la compañía telefónica Telenor a raíz del lema “Queremos ser los más rápidos, tanto en telecomunicaciones como en esquí alpino”. Finalmente, el período de recuperación de una de sus lesiones lo ocupó Aksel en Silicon Valley y, de su estancia allí, puso en marcha proyectos basados en su experiencia en tan creativo lugar. Algo más, pues, que un esquiador este noruego.

 

Actualización: Aksel Lund Svindal sumó otra medalla olímpica a su palmarés al ganar el oro en la prueba del descenso en los Juegos de Pyeongchang 2018

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