Entrevistas

SERGIO RODRÍGUEZ: “IR A LONDRES Y GANAR LA MEDALLA FUE UN PUNTO DE INFLEXIÓN PARA MÍ. ME QUITÓ LA MOCHILA DE NO IR A PEKÍN”

Es muy posible que la imagen que tengamos de Sergio “Chacho” Rodríguez sea del éxito personificado. Triunfos, títulos, medallas olímpicas, campeón mundial, el favor del público, el cariño de sus compañeros…Y, de hecho, él confiesa sentirse un privilegiado: Tengo mucha suerte de poder hacer cada día lo que más me gusta, disfrutar de mi trabajo y poder estar en un entorno que me gusta mucho y que disfruto”. Pero no todo ha sido un camino de rosas en su quehacer dentro del baloncesto. Sufrió un proceso de adaptación de ACB a NBA y viceversa; no jugó todos los minutos que él mismo esperaba y, sobre todo, le “hurtaron” unos Juegos Olímpicos, los de Pekín 2008. Algo que le causó más trauma del que nos podamos esperar: “Yo he podido haber ido a tres Juegos Olímpicos en mi carrera profesional, pero a los primeros no fui y para mí fue un palo duro porque, como he dicho siempre, las Olimpiadas para cualquier deportista es el evento más importante y el quedarme fuera de la lista, cuando dos años antes había quedado campeón del mundo, fue un palo duro que me hizo seguir trabajando”. El baloncestista siempre saca lo positivo de todo. El perderse los que podrían haber sido sus primeros Juegos le supusieron disfrutar más de los que sí jugó: “Nunca he pensado en tirar la toalla en los malos momento. Hay momentos difíciles, cuando pierdes, cuando no llegas a conseguir los objetivos que te habías planteado, pero como disfruto tanto [el baloncesto] nunca me he planteado otra cosa que no sea seguir luchando. Para mí estar donde estoy ahora significa mucho. Al final según pasa el tiempo te quedas siempre con lo bueno”.

La ausencia en los Juegos de Pekín fue un mal trago, hasta el punto de suponer los mismos Juegos Olímpicos un concepto con el que mantuvo una relación de amor-odio hasta que se desquitó en los de Londres 2012: “Quizá en esos momentos, en esos años posteriores [a Pekín 2008] me costaba ver Juegos Olímpicos, me costaba hablar de Olimpiada. Vi algún partido pero era difícil de ver porque era un evento que significa mucho para un deportista. El poder ir a Londres y ganar la medalla de plata fue un punto de inflexión en mi carrera. me quitó una mochila y a partir de ahí pude seguir mejorando y seguir haciendo cosas y, sobre todo, hablar de las Olimpiadas con naturalidad porque fue complicado en ese momento no estar y no saber si vas a tener la posibilidad de estar, porque ya no es solo poder estar en el equipo, sino estar clasificado para unos Juegos”. Porque el canario no es que diera por sentado que fuera a ir a Pekín, “pero había estado en el grupo los tres años anteriores. Entró un entrenador nuevo [Aíto Gracía Reneses] , con sus preferencias y me dejó fuera, como es normal y lícito por parte de cualquier entrenador, pero para mí supuso un punto importante no estar en Pekín y por eso valoro aún más el poder haber estado en Londres y en Río y haber ganado dos medallas”.

Lo que aún no sospechaba es que, pese a practicar un deporte de equipo, iba a estar en sus manos el destino de la medalla o no para España en los Juegos de Río, al caer en él la responsabilidad de tirar unos tiros libres fundamentales en el partido por la medalla de bronce ante Australia, a falta de cuatro segundos. Si los metía subirían al podio, si no, se quedarían fuera. El ex base madridista nos contó cómo lo vivió en su propia piel: “Me tocó a mí ese momento. Trabajamos mucho durante toda la Olimpiada. No fue una Olimpiada sencilla para nosotros porque estábamos perdiendo y tuvimos que ir remando. El momento que me tocó, el tiro libre, quizá es lo más previsible que puedas entrenar en baloncesto. Ese momento lo he vivido muchas veces diariamente, entrenando tiros libres. Si lo hubiese fallado también estaría orgulloso porque para fallarla hay que tirarla y eso es lo que al final te queda. Cuando a veces no he tomado algún tiro, no he tomado alguna decisión que tendría que haber tomado me ha costado mucho más no haberlo hecho que haber cometido el error. Tuve la suerte de poder meterlo y de ganar la medalla pero creo que son cosas del deporte que tienes que hacerlo. Tomar la decisión en el momento de hacerlo es lo más importante”. El campeón parece quitarle importancia a su logro, pero no todos son capaces de mantener la sangre fría.

Quizá en ese momento de los tiros libres es donde prime más el trabajo mental más que el físico: “El trabajo psicológico es lo más importante. Hay que estar bien físicamente y cuidarte tiene mucha importancia, pero la cabeza es la que maneja todo. Al final la experiencia de los años y de haber vivido situaciones difíciles te ayuda a afrontar las nuevas y te permite estar a un mejor nivel y tener más confianza en ti”.

Sergio Rodríguez ya tiene una plata (en Londres 2012) y un bronce (en Río 2016) olímpicas, ¿ve con confianza un oro olímpico?: “He tenido mucha suerte de estar en los equipos en los que he estado, tanto en la selección como en el Real Madrid. Me falta un oro olímpico y el anillo de la NBA, que sé que son muy difíciles y complicados. Tendré que estar en un entorno, un equipo y unas circunstancias muy favorables para conseguirlo. Yo creo que lo importante de los objetivos es marcártelos, seguir disfrutando haciendo lo que haces, todo enfocado a terminar ganando”. Porque, seamos realistas y el “Chacho” también lo es: “en baloncesto los americanos tienen un nivel superior. Hemos competido contra ellos las tres últimas Olimpiadas y se ha podido ganar, pero es verdad que hay un salto grande entre la selección de Estados Unidos y el resto”.

En los deportes de equipo se dice que sabe mejor una medalla de bronce que una de plata. El jugador español no está del todo de acuerdo: “La [medalla] de plata supone tener la oportunidad de jugar una final. El día previo y el día de la final tienen una tensión que es muy bonita. Pero es verdad que la medalla de bronce supo muy bien. Bueno, a mí me han sabido muy bien las dos, pero es verdad que con la de bronce te quedas con una sensación muy buena porque es verdad que ganas, terminas celebrando y eso después de una competición tan exigente como una Olimpiada es muy bonito”. ¿Y cuál puede ser la clave para esta excepcional generación de baloncestistas españoles de las que Sergio Rodríguez forma parte?: “Llevamos muchos años juntos y muchos éxitos conseguidos, muchos buenos resultados. Esas dos cosas te hacen un poco ir como en volandas en lo que es la competición, lo que es el ambiente de fuera”. El canario se despide con una convicción: “Siempre es muy bonito poder estar en esa comunión de deporte puro que hay en las Olimpiadas”.

 

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